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Libertad es viajar en carretera en busca de playas.

22 de enero, 2013.                                                                                                                            Era algo macabro, no algo, era bastante macabro. Creo que estaba demente, nadie hace esas cosas porque sí, debe de haber una razón; lógica o no, pero una razón. Si no hubiera ido a cortarme el cabello ahí… ¡calla Yunuen, calla! El ‘’hubiera’’ no debe formar parte de tu vocabulario. Su mirada… ¡su cara! ¿Cómo no me di cuenta desde el primer momento que lo vi? Pobre niña, pobre niña… Dos días antes (20 de enero, 2013):                                                                                                Voy buscando una peluquería, vivo en un lugar desconocido*, nunca lo había visto en vida. O puede que exista y no lo conozca.                                                                                                       Encuentro una, un señor atendía, tenía cara de psicópata. Dentro de la peluquería, podías

Recuerdo su rostro lleno de lágrimas, suplicando que no me fuera y lo abandonara.   Recuerdo su nombre: ‘’Andrew’’. Hace un mes que no lo veo, recuerdo cuando caminábamos bajo la lluvia sin temor a enfermarnos. Sus ojos oscuros y hermosos que me enamoraron. Recuerdo su sonrisa, la más hermosa que he visto.                                                                                                                                   Ayer llegó una carta de él, diciendo todo lo que recuerda y lo que le fascina de mí. Decía que recuerda mis ojos con largas pestañas que tanto le encantan, que recuerda mi risa; que hace que hasta el más serio sonría, la forma en la que yo le hablaba a él. Decía que me extraña y que espera verme lo más pronto posible.                         Esa carta hizo que recordara lo romántico que él es.                                                  Hoy estoy a 5 largas horas distanciada de él, me siento mal sin él cerca, pero lo que me mantiene feliz es

Tomada por mí.

Queridísimo Esteban: A veces, cuando no tengo nada que hacer, te veo en mi mente y ahí es donde recuerdo ‘la promesa’.   ¿Acaso tú la recuerdas? No lo creo. Tú, tú hace 5 años me habías prometido que volverías en un año, ya han pasado 5 y no te he visto desde entonces. ¡Qué acaso yo no soy algo en tu vida! ¡Si no me amabas me lo pudiste haber dicho!     Ya no me importa nada, soy una mujer de 25 años y ¡vivo con mi madre! Amor, si te llega esta carta responde lo más pronto posible y cúmpleme la promesa.                                                                    Tuya,                                                                          Jennifer.   Amada mía: Amor ¿acaso no sabes que yo por ti daría la vida? Hace 4 años fui a tu casa a proponerte matrimonio, como te lo había prometido. Tu madre me dijo que yo no era bienvenido a tu casa y que me alejara de ti, por el bien de ambos. Yo creí que era cierto y me aleje.     Te envié muchas (demasiad

Lo que parecía un amor sin coherencia alguna, se convertía en la salvación, él la sacó del agujero en el que estaba cayendo, él no lo sabía pero lo estaba haciendo. Ella estaba perdidamente enamorada de él. Quién lo diría, lo único que quería en ese momento era que él... le correspondiera. Eso era, no más. Así los dos serían felices juntos.

Hoy me doy cuenta que cuando estas solo, es cuando te das cuenta de cosas que los demás no. Es grandioso, pero a la vez tiene sus contras, pues te das cuenta de falsedad y otras cosas que no son muy buenas. Pero también puedes utilizar tu soledad para hacer algo productivo, usa tu creatividad, es algo fantástico. Bueno, esta soy yo.